Hace unos días, a principios del mes de abril, pudimos visitar la localidad de Agost – situada a 20 km de la ciudad de Alicante- gracias a una colaboración con Turismo de Agost. Esta ciudad alicantina es conocida por su tradición alfarera ya que, hace décadas, contaba con decenas de talleres alfareros en los que se hacía multitud de piezas diversas y, además, se desarrolló la industria para fabricar ladrillos y tejas.
Conviertete en #botijolover en Agost por Nosaltres4viatgem
En la actualidad, desde el Ayuntamiento de Agost se intenta proteger y difundir el trabajo artesanal de los maestros alfareros y el valor sostenible y responsable del uso de la cerámica y la alfarería como un bien de valor ecológico único. Así nace la campaña #botijolovers y Botijos por la Sostenibilidad.
Así surge este blogtrip en el que varios blogeros de nuestra asociación nos reunimos en Agost para conocer los valores de la alferería tradicional que merece tener un espacio relevante en nuestra actualidad. La cerámica es un elemento de carácter local que podéis descubrir en muchos lugares del mundo. Debemos potenciar este tipo de prodcutos si apostamos por un modelo más sostenible de vida que ponga en valor los productos kilómetro cero. Os animamos a descubrir Agost y su tradición alfarera y a comprar un botijo para refrescar el agua en casa de manera más sostenible.
Taller de modelado y alfarería por AnaBMon
La Alfarería y taller de Severino Boix está ubicada en la Partida la Escandella, 29, en la localidad de Agost (Alicante). Se trata de un taller que proviene de varias generaciones de tradición alfarera, donde actualmente José Ángel Boix Martinez, toma el relevo a su padre Severino Boix (ya jubilado). Desde 2014 se lleva a cabo el proyecto “Alma Alfarera” y desde 2015 “Deco Alma”
En el taller, Ángel Boix, os descubrirá este increíble oficio, que debe permanecer por muchos años más. Aprenderéis las técnicas para crear vuestra propia pieza en el torno o a mano y descubriréis una nueva afición que engancha de verdad. También os explicará cómo tratar las piezas una vez realizadas y que pasos hay que seguir hasta finalizarla. Sin duda, os sentiréis unos auténticos alfareros y seguramente descubriréis vuestro lado más creativo.
En nuestra visita, pudimos pintar a nuestro gusto unas piezas ya cocidas y crear desde cero una nueva pieza en el torno que posteriormente podremos pintarla en casa. Informaros que si queréis vivir una experiencia como la nuestra, podréis poneros en contacto con Ángel Boix, a través de su página web: https://www.severinoboix.com/
Museo de Alfarería de Agost por Vaya Viajecito
Uno de los lugares imperdibles en la ruta alfarera que recorre la localidad es su Museo de la Alfarería, una antigua fábrica de cerámica que cerró sus puertas en 1975, tras muchas décadas en funcionamiento. Si bien posteriormente fue empleado como taller y sala de exposiciones por el artista Facundo Senpau, no fue hasta 1981, cuando Ilse Schütz -enamorada de Agost y su tradición alfarera- fundó el actual Museo.
Sin duda, el edificio es perfecto para este fin, pues conserva las instalaciones de la fábrica original, como los hornos árabes y las balsas de decantación, que junto con el espacio del taller y los tornos, te brinda en un solo espacio, todo aquello que rodea este arte y técnica de elaborar objetos de barro cocido.
La visita permite contemplar más de 4.500 piezas de toda clase de enseres y artilugios. Es fascinante descubrir cómo muchos de los electrodomésticos, utensilios o herramientas actuales, tenían un antecesor cerámico, como la nevera, el horno, los platos, los vasos y cuencos o incluso las madrigueras de conejo. Sin duda toda una oportunidad para reducir el omnipresente plástico de nuestros días.
El Museo termina su recorrido en la tienda, donde es posible adquirir algunos objetos de arcilla, entre los que destacan los botijos. Es increíble la infinidad de formas y usos específicos que tienen. La pregunta es, ¿te irás sin un botijo?
Ruta de Alfarería de Agost por Dos en el Camino

entre los siglos XIII y XIV, sufriendo diversas reconstrucciones con los años, siendo la última reforma, ya en el siglo XX la que la ha recuperado para su uso como Centro de Interpretación. Su función actual es la de difundir de manera visual y a través de diferentes zonas y exposiciones, el patrimonio cultural y natural de la localidad.


La gastronomía de Agost por Naiara de ModoTraveller
La gastronomía de Agost es de buena mesa. Tradicionalmente se han elaborado platos calientes de cuchara para afrontar las duras jornadas de trabajo. Esas recetas, hoy en día, se siguen cocinando a fuego lento, con el mismo sabor y aroma de siempre. En nuestra visita a Agost pudimos probar algunas de las recetas más populares como la olla con trigo, el gazpacho manchego, el arroz con conejo y caracoles o la borreta. Estos platos suelen servirse durante los días más fríos.
Además, también hay otras opciones deliciosas para comer durante todo el año: La Coca a la Pala. Una torta de pan redonda que se suele acompañar con salazones, embutidos, aceitunas o pericana. ¡Fue uno de mis platos favoritos! Pero la gastronomía de Agost también tiene un amplio recetario de dulces y postres. Os animo a probar sus magdalenas, buñuelos de calabaza o suspiros.
La vía verde de Agost y senderismo en sus alrededores por Con los niños en la mochila
- Vía Verde Agost – Maigmó: Probablemente es la más conocida de ellas y la más fácil para hacer con niños ya que el firme es bueno (se puede ir incluso con carrito o bicis) y la pendiente es muy suave. Es una ruta lineal y la más larga de todas, ya que llega hasta Alcoy (21,2km. en total).
- Ruta Geológica (PR-CV 430): Ruta circular, de 13,1km, por paisajes de singular belleza, donde observar curiosidades geológicas y estructuras de gran poder didáctico, como el límite K-T.
- Ruta El Barránc de Berlandí – La Murta (PR-CV 189): Esta ruta circular de 9,25km y dificultad baja nos llevará, a través de bancales agrícolas, hasta la cima de La Murta donde había un asentamiento de la Edad del Bronce y época árabe.
Los botijos me traen recuerdos de la niñez. Tenía uno con mi nombre y todo.
Me ha encantado la visita que habéis hecho a Agost. No sabía que tuviera tantas posibilidades.
Es genial que un pueblo pequeño pueda sacar partido de esa forma a sus tradiciones.
Apuntado queda.
Es una gran oportunidad descubrir estos municipios que tenemos cerca y guardan un patrimonio tan valioso e interesante. Y, además, pasarlo genial juntos!