La ciudad alicantina de Benidorm es el claro exponente del turismo de masas. Sin embargo, entre esos enormes rascacielos se esconde un sinfín de atractivos que rompen esos clichés y que nos proponemos descubrir…
Calas y desconexión
Las extensas playas de Levante y Poniente son el reclamo perfecto de Benidorm, pero hoy nos centramos en esas calas de Benidorm desconocidas para la gran mayoría. Al norte, en sierra Gelada está la cala del tío Ximo; y en el sur, en la zona de Finestrat, están las calas del Racó del Conill y cala Fonda. Envueltas de soberbia naturaleza y bañadas por aguas cristalinas hace que nos traslademos a las mismísimas islas Pitiusas. Parajes de ensueño donde darse un refrescante chapuzón alejados de la muchedumbre.
Rutas de senderismo
Rodeada por montañas –las responsables de ese microclima tan característico de Benidorm- ofrece rutas para disfrutar de la naturaleza frente al Mediterráneo. Caminando desde Benidorm se pueden realizar los diferentes itinerarios que hay en sierra Gelada. Desde ellas se llegan a diferentes miradores como el afamado mirador de la Cruz o el de la punta de la Escaleta.
La gastronomía de proximidad y comida local
En lo referente a la cocina, algo nuevo está emergiendo en Benidorm. Atrás quedan esos restaurantes de paellas insípidas y marisco congelado a precios bajos. Nuevos locales están apostando por una cocina de calidad, con producto fresco y de la zona. Las recetas de antaño pero con toques modernos. Los nuevos lugares donde comer en Benidorm están teniendo una proyección sorprendente recuperando esa gastronomía de cercanía que tanto gusta. Y es que en Benidorm confluye el Mediterráneo, la huerta alicantina y las mejores carnes de los pueblos del alrededor.
Un casco histórico que canta al Mediterráneo
En medio de Benidorm, como un saliente al mar está el epicentro neurálgico de la ciudad. Aquí los rascacielos dan paso a las casas de toda la vida. El viajero se adentra por calles estrechas que conducen a la iglesia de San Jaime. A escasos metros de ella está la recién reformada plaza de Santa Ana, que ha sacado a la luz los restos del castillo medieval de la villa. Y que mejor manera de despedirse de Benidorm que desde el balcón del Mediterráneo. Sin duda, uno de los miradores más bellos de España.
Artículo escrito por Joan Oriola
Podéis seguirle en:
Web: El Sakapuntas
Instagram: elsakapuntas.travelblogger
Facebook: Elsakapuntas
Deja una respuesta