El pasado 5 de Agosto visitamos la ciudad de Ontinyent para probar dos experiencias que se van a poner en marcha próximamente para ofrecer un valor añadido a la ya de por sí atractiva capital de la Vall d’Albaida.
Para empezar combatiendo un caluroso día de Agosto, nos refrescamos probando unos vinos fresquitos de las bodegas Daniel Belda, una pequeña cata preparada en un precioso paraje como es el Pou Clar. Donde después tomamos el baño en estas fantásticas piscinas naturales de agua recién nacida.
Luego nos trasladamos al Palau de la Vila para visitar esta edificación emblemática que ha servido a la ciudad a lo largo de los siglos, desde fortificación de acceso y palacio, hasta museo y sala de plenos. No os perdáis su visita.
A continuación recorrimos el Museu Fester, una exposición que nos aproxima al «sentiment» que despierta la fiesta de Moros y Cristianos en Ontinyent. En la que destacamos una colección de sus ricos trajes a lo largo de la historia de la fiesta y el homenaje al mestre Ferrero, compositor de las mejores marchas moras.
Terminamos totalmente integrados en la fiesta participando en una cena a la fresca, degustando los mejores productos artesanales de Ontinyent, acompañados por los festeros y amenizados con la banda de música. Para que os hagáis una idea, terminamos desfilando con las comparsas de Moros y Cristianos reunidas en la plaza…
Las experiencias Juego de Vinos y Fester per un día son sin lugar a dudas dos enfoques novedosos que nos permitirán descubrir Ontinyent desde otro punto de vista.
Más allá de las rutas y visitas turísticas clásicas, estos dos planes alternativos nos trasladan a las profundidades de la gastronomía, los vinos y las tradiciones festeras de este enclave de la Comunidad Valenciana.
Juego de Vinos
Con la actividad Juego de Vinos, los participantes tienen la oportunidad de realizar catas de vino diferentes. La bodega es reemplazada por un paraje natural, un enclave panorámico o un lugar con historia, elegidos en función de los vinos a catar y los productos a degustar.
En nuestro caso pudimos disfrutar de la mistela, el herbero y el vino blanco Verdil en el precioso paraje natural del Pou Clar, perfecto para las fechas veraniegas en las que participamos en esta actividad.
Como complemento, degustamos una representación de dulces y pastas artesanales típicos de la zona, como la coca de nueces y almendras o las deliciosas empanadillas de boniato.
Tras disfrutar de esta actividad al aire libre realizamos un recorrido por el casco antiguo de Ontinyent, visitando varios puntos de interés, como la Iglesia de Santa María, el Palau de la Vila o el Museo Fester, que nos prepararía para nuestra siguiente actividad.
Fester per un día
La experiencia Fester per un día nos ofrece la oportunidad de convertirnos en festeros y compartir una velada de lo más agradable con varias comparsas de los Moros y Cristianos de Ontinyent.
La actividad consiste en una fantástica cena a la fresca mediterránea en la que, por supuesto, se disfruta de la gastronomía de la zona. Sabrosos embutidos, vinos locales y el delicioso Meló d’Or d’Ontinyent son tres de los elementos clave en esta rica cena.
La velada, que se comparte con varias comparsas de festeros, es amenizada desde su inicio hasta el final por una banda que toca casi sin descanso temas clásicos de las fiestas de moros y cristianos.
Sin duda es una forma única y muy original de vivir las fiestas como un local, además de una oportunidad excelente para zambullirnos en la gastronomía y las costumbres de Ontinyent.
Para ser diferente al resto de compañeros que asistieron al blogtrip de Voraserra tan solo pude asistir a la experiencia Fester per un día, tras visitar varios enclaves muy importantes de nuestra ciudad relacionados con la fiesta de Moros y Cristianos llegamos a la Plaza de Santo Domingo para disfrutar de una cena con los festeros.
Los mejores productos de la zona nos dieron de comer y beber, embutidos, vinos, productos de la huerta para preparar una buena ensalada, la variedad meló d´or de Ontinyent, licor herbero típico de la zona, etc…
Todo esto amenizado por la banda de música tocando pasodobles, marchas moras y cristianas hace que la comida sepa aún mejor.
Cuando se acaba la cena la gente se pone de pie para disfrutar de la banda de música, se forman escuadras que van al son de las marchas, una experiencia que no se puede describir, por eso recomendamos que vengáis a Ontinyent y seáis fester por un día, una experiencia que seguro que no olvidáis.