Dos enfoques básicos en la elaboración de un presupuesto de viaje
Elaborar un presupuesto de viaje resulta muy conveniente tanto para controlar los gastos como para amortizar nuestro dinero al máximo en cualquier aventura viajera que emprendamos.
Y es que dedicar algo de tiempo antes de un viaje a trabajar sobre el presupuesto del que dispondremos o que vamos a destinar al mismo nos ayuda a equilibrar la balanza. Es decir, nos puede ayudar a decidir si, por ejemplo, preferimos dormir en un hotelazo y prescindir de otras cosas o, por el contrario, nos llama más la idea de alojarnos en un hostal modesto y económico para emplear nuestro dinero en cubrir otros aspectos del viaje.
Dicho de otra manera, visualizar la distribución del dinero que vamos a destinar a un viaje mediante la elaboración de un presupuesto nos permite compensar pequeños lujos y sacrificios en función de nuestras preferencias, necesidades y limitaciones. Y esto a su vez nos ayuda a evitar que los gastos se nos vayan de las manos, independientemente de nuestra situación económica.
De ahí que contar con un presupuesto de viaje sea especialmente importante para “viajes complejos” y/o de duración medio-larga, en los que se realizan numerosos desplazamientos, actividades y excursiones; puesto que tener nuestros cálculos hechos de antemano nos permitirá controlar los gastos y evitar catástrofes como quedarnos sin un duro a mitad de viaje.
Por supuesto, preparar un presupuesto de viaje cuando disponemos de una cantidad de dinero muy ajustada para viajar es fundamental para que todo salga como queremos y evitar sorpresas desagradables en nuestra economía.
¿Cómo empiezo a elaborar un presupuesto de viaje?
A la hora de empezar a elaborar un presupuesto de viaje podemos utilizar dos enfoques básicos:
1) Ajustarnos al destino que vamos a visitar, o
2) Adaptar el viaje a nuestras circunstancias
Emplear un enfoque u otro puede ser una elección personal o, en muchos casos, una necesidad derivada de nuestra situación económica.
El primer enfoque puede ser válido si tienes cierta flexibilidad económica y/o si quieres visitar un destino en concreto. Por ejemplo, si tu ilusión es viajar a Cuba sí o sí, lo normal es que elabores tu presupuesto de viaje adaptándote al destino que deseas conocer.

Cuba
Dado ese caso, te tocará explorar las diferentes opciones para visitar el país (por ejemplo, en un viaje organizado o por tu cuenta) y el coste de las cosas o servicios que te tocará cubrir y que variarán según la forma en la que decidas viajar (vuelos, visado, seguro médico alojamiento, etc.).
Siguiendo con ese ejemplo, si tu ilusión es viajar a Cuba, digamos que te tocará adaptarte “a lo que hay”, a lo que cuesta viajar a dicho país. No obstante, elaborando un presupuesto de viaje, como decía más arriba, siempre podrás mantener a raya tus gastos y, sobre todo, equilibrar la balanza.
Así, por ejemplo, si los vuelos están caros, puedes compensar tu presupuesto de viaje eligiendo alojamientos más económicos o procurando evitar gastos prescindibles una vez estés en el destino, como comidas en restaurantes caros o las compras de souvenirs.
Por tanto, el primer enfoque requiere indagar bastante sobre el país que te interesa visitar para familiarizarte con los precios y así poder ajustarte a ellos, poniéndote tus propios límites para no excederte en la cantidad que quieras gastar.
Por supuesto, si dispones de unos ahorros elevados para tu viaje, te resultará más sencillo pero, aún así, es conveniente elaborar un presupuesto para no derrochar innecesariamente tu dinero.
El segundo enfoque que mencionaba es al que por lo general, y principalmente, tenemos que recurrir cuando, por el motivo que sea, tenemos una marcada limitación económica. Es decir, puede que quieras o puedas permitirte gastar únicamente 500€ para realizar un viaje o irte de vacaciones y, en ese caso, tendrás una limitación que inevitablemente te obliga a descartar muchos destinos o tipos de viaje.
Por continuar con el ejemplo anterior, con solo 500€ lamentablemente no te bastaría para viajar a Cuba, ya que es probable que esa cantidad ni si quiera te llegue para cubrir el coste del vuelo. Por ello, en este segundo enfoque para elaborar un presupuesto lo que debemos hacer es adaptar el viaje a nuestras circunstancias económicas. Así, en este caso en lugar de indagar sobre un destino concreto lo que deberías hacer es explorar qué destinos podrías visitar sin rebasar esa cantidad de dinero de la que dispones.
En estos casos, la primera criba importante la haríamos en relación a la distancia y las conexiones desde nuestro país o ciudad de origen, ya que, por lo general, cuanto peor comunicado o más lejano esté un país, más caro resulta llegar hasta él. En segundo lugar, convendría descartar destinos en los que el coste de vida (alojamiento, transportes, comidas, etc.) sea muy elevado.
Así, y siguiendo con el ejemplo anterior, con 500€ podrías, por ejemplo, planificar un viaje a Marruecos sin problema, ya que es un país bastante económico y, además, desde España puedes llegar al continente vecino sin tener que emplear una gran cantidad de dinero, ya sea con un vuelo barato de una aerolínea low-cost o en barco; o a Portugal, un destino al que quizás puedes viajar con tu propio coche y que,
además, es bastante económico.

Calles de Alfama, Lisboa.
En definitiva, el punto de partida para la elaboración de un presupuesto de viaje depende de nuestras preferencias y nuestras circunstancias económicas, y para satisfacer las primeras y no sabotear las segundas, lo mejor es sentarnos a reflexionar, a hacer cuentas y a distribuir lo mejor posible nuestros dinerillos.
Artículo escrito por Travel me softly.